El depósito legal es la normativa que permite a la Biblioteca Nacional de España (BNE) y a los centros de conservación de las Comunidades Autónomas recoger ejemplares de las publicaciones de todo tipo editadas en cualquier clase de soporte (tanto físico como en línea), con la finalidad de cumplir con el deber de preservar el patrimonio bibliográfico y documental español.

También en virtud del depósito legal, la BNE y las CC.AA. son responsables de la conservación del patrimonio que nace digital, las publicaciones en línea, tanto sitios web como libros o revistas electrónicas.

Anualmente a través del depósito legal se reciben en la BNE en torno a 400.000 documentos en soporte físico gracias a esta norma y la BNE cuenta ya con 120.000 libros digitales y en torno a un petabyte de sitios web españoles recolectados.

Por otro lado es el editor (autor en el caso de los curriculares) sobre quien recae la obligación de pedir el depósito legal, según la Ley 23/2011, de 29 de julio, de Depósito Legal.