Los Caballeros de la razón en la revista "Historia y pasado"

S UÁREZ CORTINA, Manuel, Los caballeros de la razón. Cultura institucionista y democracia parlamentaria en la España liberal, Genueve Ediciones, 2019, 375 pp. El libro que aquí se reseña, formado por ocho sugerentes ensayos, representa una nueva contribución sobre las múltiples facetas de la cultura institucionista, en la que su autor se ha especializado hasta convertirse en uno de los mejores conocedores del tema, distinguiéndose especialmente por englobar en su objeto de estudio no sólo las vertientes educativa o científica, sino también la política. Manuel Suárez Cortina, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Cantabria, figura en el grupo de pioneros que, allá por la década de 1980, fueron culminando sus tesis doctorales sobre distintos aspectos del republicanismo histórico español –en su caso, dedicada al reformismo–. Con aquellos ensayos fueron abriendo una línea de trabajo que ha resultado de lo más fructífera, puesto que se ha mantenido hasta los tiempos actuales, en los que, con ópticas renovadas y diversas, se siguen realizando investigaciones sobre el complejo fenómeno de las culturas políticas republicanas. Nos encontramos ante una documentada obra que, desde la historia cultural y política, desgrana el pensamiento de quienes filosóficamente se alinearon con el llamado krausoinstitucionismo, así como sus propuestas o actuaciones para afrontar o interpretar los grandes problemas que arrastraba la España de su época. Como subraya el autor, se trata de un grupo de personalidades que desarrollaron “una intensa actividad intelectual, científica y política”. El estudio del krausismo, el institucionismo o el reformismo es un campo que se ha visto revitalizado en los últimos años (M. Suárez Cortina, G. Capellán de Miguel, E. M. Ureña…), pero quedan muchos aspectos por trabajar y en ningún caso se puede considerar un tema agotado. Los textos reunidos en este libro enriquecen lo que ya se ha escrito y no interesará solamente a quienes investiguen sobre temas afines o sobre el periodo que media entre 1868 y 1931, sino también a cualquier persona que se preocupe por algunos problemas que aún laten en la España del presente. Y este es, quizás, el aspecto más destacable de la obra: que se abordan bastantes cuestiones o problemáticas que, mutatis mutandis, han adquirido una notable proyección actual. Esta característica redobla la utilidad del libro para el análisis y los debates del presente. Hasta tal punto, que bien po- Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 19, 2019, pp. 237-271 238 Reseñas de libros / Reviews dría llevar como antetítulo “Lecciones reformistas para la España de hoy”. En el texto, por ejemplo, se tocan las controversias sobre el concepto de nación, la idea de España, el papel del Estado, la reforma educativa, el fenómeno religioso en su relación con el poder civil o los problemas sociales en sentido amplio. Por lo tanto, contiene muchos elementos que pueden servir para la reflexión actual a humanistas, científicos sociales y personas inquietas e interesadas por la situación política, social y económica de España o de Europa en su conjunto. Veamos algunos de los grandes ejes que vertebran la obra independientemente de los capítulos en que se divide. Un primer nervio destacado es el relacionado con la educación, que constituyó uno de los principales campos de actuación del institucionismo, cuyos planteamientos pedagógicos seguramente representan su faceta más conocida. Tenían una confianza plena en el poder reformador y regenerador de la educación: se la consideraba un instrumento fundamental para lograr la mejora individual del ser humano y también de la sociedad. En consonancia, los institucionistas defendieron una enseñanza primaria obligatoria y gratuita a cargo del Estado. Pero a su juicio la escuela debía ser neutra, de acuerdo con el modelo que inspiró la Institución Libre de Enseñanza, donde colaboró un variopinto grupo de profesores que, más allá de su filiación (krausistas puros, krausopositivistas, católicos liberales…), compartían sus ansias de libertad y democracia. Su modelo difería del tipo de escuela laica que preconizaban otros sectores federales, radicales u obreristas. La figura de Giner de los Ríos –no podía ser de otro modo– ocupa en el libro un lugar destacado. Otra cuestión reseñable, palpitante entonces y hoy, es la de la nación y el Estado. En el imaginario institucionista a España se la concibe como una nación organizada en forma de Estado regional, donde no dejaban de tener cabida los fueros, de acuerdo con un planteamiento que rechazaba por igual el centralismo canovista, el pactismo federal pimargalliano y los nacionalismos periféricos. Como resume Suárez Cortina, mediante “el reconocimiento de la personalidad de las regiones y la autonomía” se pretendía “hacer compatible la unidad y la variedad de España como tal nación”. Se interpretaba así como “una unidad orgánica, forjada en la historia”, y que además aspiraba a constituir “una nación superior a partir de su ideal iberista”. No menos interesantes son las consideraciones sobre el lugar de la religión en la sociedad y su relación con el Estado, que debía ser neutro en esta materia. La defensa de la libertad religiosa es una de las claves del pensamiento institucionista, que pese a todo ve en la religión “una dimensión fundamental” del ser humano. Sus formulaciones, en este sentido, se alejaban de otras más rotundas que deseaban la secularización en general de la sociedad. En cualquier caso, su defensa de la independencia entre la Iglesia y el Estado es inequívoca. Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 19, 2019, pp. 237-271 Reseñas de libros / Reviews 239 En el terreno político, la mayoría de estas figuras dieron vida a lo que el autor ha definido como “el republicanismo de cátedra”, un liberalismo social y democrático que, visto en el tiempo largo, realmente consideró accidental la cuestión de las formas de gobierno. Lo decisivo, a su modo de ver, era conseguir una democracia de carácter representativo, garante del self-government, donde se terminase con el fraude electoral y se impulsasen reformas sociales guiadas por una idea de progreso gradual de inspiración krausista. Sencillamente, se decantaron por la República cuando se persuadieron de que la monarquía no haría posible la democratización. En tales circunstancias, se ligaron a una de las tres subculturas políticas republicanas que distingue el autor, la liberal demócrata, aunque rechazando las estrategias revolucionarias que postulaban otros correligionarios. De hecho, se enfrentaron por igual al doctrinarismo canovista y a otras soluciones como la democracia directa, el jacobinismo y las formulaciones socialistas. Pero las cambiantes circunstancias que se dieron entre 1868 y 1931 hicieron que su referente partidario −digámoslo así− fuese modificándose hasta desembocar en el accidentalista Partido Reformista de Melquíades Álvarez. En toda esa cadena de formaciones previas, quizás la agrupación más interesante fue el Partido Republicano Centralista, que Suárez Cortina identifica como el primer partido de intelectuales que hubo en España, dirigido por “hombres de ciencia y de letras”. Esa agrupación, tras sumar a otros elementos, se prolongó desde 1903 en la Unión Republicana de Salmerón, donde los institucionistas “trataron de articular una política nacional, republicana, asentada sobre los valores de libertad, tolerancia y participación”, convencidos además de la importancia de trabajar permanentemente la opinión pública y de que “la patria debía ser regenerada desde el Estado de Derecho”. Otro de los aspectos en los que profundiza el libro es la recepción del nuevo liberalismo inglés y del solidarismo francés al comenzar el siglo XX, con lo que esto implica respecto al papel que se le asignaba al Estado, que debía “contribuir a satisfacer las necesidades humanas fundamentales”. Esas nuevas lecturas o reinterpretaciones son las que subyacen en iniciativas como el Instituto de Reformas Sociales (1903) o el Instituto Nacional de Previsión (1908).

El plantel de intelectuales que se vinculó a este universo deslumbra, y se trata en general de personalidades a las que debemos una amplia e innovadora producción en distintas ciencias humanas y sociales. En algún caso, de hecho, son los responsables de su propio nacimiento como disciplinas científicas. En el último tercio del ochocientos, encontramos a Gumersindo de Azcárate, Adolfo Posada, Piernas Hurtado, Rafael Mª de Labra, Adolfo Buylla, Rafael Altamira y otros muchos pensadores. Y al cambiar el siglo, simpatizaron de una u otra forma con el reformismo Ortega y Gasset, Azaña, Fernando de los Ríos, Luis de Zulueta, Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 19, 2019, pp. 237-271 240 Reseñas de libros / Reviews Ramón Pérez de Ayala, Américo Castro y otras figuras de primera fila. En este sentido, no está de más apuntar que la obra se acompaña de un índice onomástico que facilita su manejo a quienes la empleen como obra de consulta para buscar informaciones biográficas. Suárez Cortina recuerda que, pese a todo, “la relación del intelectual con la política, con la democracia y con la República se presenta cargada de ambigüedades”, circunstancia que ilumina aquí con trayectorias concretas, dejando bien claro hasta qué punto el intelectual se revela “irreductible a categorías simples”. Una virtud metodológica del trabajo de Suárez Cortina es su frecuente análisis comparativo, que sitúa el institucionismo en el contexto de las diferentes subculturas o culturas políticas, con oportunas consideraciones sobre el federalismo, el radicalismo o el socialismo, por citar algunas de las más aludidas. Esto proporciona una visión más documentada y contextualizada de por qué la cultura institucionista vino a representar “una tercera vía, entre el liberalismo doctrinario monárquico, de un lado, y la radicalización del republicanismo federal y el obrerismo […], de otro”. El análisis diacrónico permite igualmente apreciar mejor la trayectoria de un proyecto que vino a disolverse en lo político en los años treinta, pero que mantuvo muy vivo su legado cultural y educativo. La lectura de la obra del profesor Cortina, por lo demás, seguramente inspirará nuevas líneas de trabajo sobre la cultura institucionista que podrían seducir a futuros investigadores, como por ejemplo la proyección en el ámbito local de todo ese universo que describe, sus manifestaciones provinciales más allá del consabido Grupo de Oviedo. ¿En qué ciudades de España alcanzó mayor fuerza organizativa el republicanismo centralista o consiguió una representación municipal digna y en qué acciones concretas se tradujo? La realización de estudios locales y provinciales sobre el republicanismo es una labor todavía en marcha, y quienes se aventuren en estos caminos encontrarán en la obra de Manuel Suárez Cortina las coordenadas en las que deberán moverse y un estímulo para continuar haciéndose preguntas. El último libro del profesor Cortina ve la luz en la colección de Ciencias Sociales y Humanidades de Genueve Ediciones, que hace un par de años obtuvo el sello de calidad en edición académica CEA. No está de más recordar, por otro lado, que nos encontramos ante un autor que, aparte de escribir numerosos y fundamentales trabajos sobre la materia, ha coordinado monografías colectivas que también son hoy referenciales en el estudio de este tema y de las culturas políticas españolas en general, como por ejemplo –omitiendo los que incorporan México en clave comparativa– Las máscaras de la libertad. El liberalismo español, 1808- 1950 (2003), La redención del pueblo. La cultura progresista en la España liberal (2006), Utopías, quimeras y desencantos. El universo utópico en la España liberal (2008), Libertad, armonía y tolerancia: la cultura institucionista en la España Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, 19, 2019, pp. 237-271 Reseñas de libros / Reviews 241 contemporánea (2011) o el volumen de la Historia de las culturas políticas en España y América Latina que se dedica a La Restauración y la República: 1874- 1936 (2015, con C. Forcadell Álvarez).

Sergio Sánchez Collantes
Universidad de Burgos

Fuente: "Historia y pasado" Revista de Historia Contemporánea
https://pasadoymemoria.ua.es/article/view/2019-n19-resenas-de-libros