Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo. Su investigación se ha centrado en el estudio del arte rupestre de la Cueva de Llonin y ha trabajado como autónomo en empresas arqueológicas en las actividades de gestión arqueológicas derivadas del traspaso de las competencias en la gestión del patrimonio cultural a las comunidades autónomas desde mediados de los años ochenta del siglo XX. De 1991 a 1997 fue contratado, tras una oposición, como Arqueólogo del Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, creándose por primera vez dicha plaza administrativa para canalizar los múltiples expedientes, informes e inspecciones de todo lo relacionado con el patrimonio cultural.